opinión
La Directora General de Niñez, Adolescencia, Género y Diversidad de la Defensoría del Pueblo de la C.A.B.A., María Elena Naddeo exige la inmediata retractación al periodista Jorge Lanata sobre dichos sobre travestis y transexuales.
"Cuando a Flor de la V le dan el documento y dice 'soy mujer, soy madre', discúlpame: no sos, en todo caso sos padre. Yo no te voy a discriminar, te voy a dar trabajo, pero no sos una mina" El comentario del periodista Jorge Lanata sobre la orientación e identidad sexual de Florencia de la V contradice los principios de la Ley nacional de identidad de género, así como otros preceptos incluidos en la Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.
En particularno reconocer el derecho a la identidad autopercibida por una persona trans, es desconocer los avances que en materia de diversidad sexual se han hecho en las ultimas décadas.
La orientación sexual y la identidad de género tienen que ver con una construcción subjetiva, biológica y cultural, las cuales pueden ser contradictorias. Una persona con cuerpo de varón, puede tener una sensibilidad y una orientación en su subjetividad que lo identifica con el sexo y el género femenino. Si decide cambiar su vestimenta, modificar los rasgos visibles de su cuerpo y transformarse en mujer, debemos respetar su deseo. En esto consiste su derecho a la identidad de género y a definir su orientación sexual.
Miles de personas han sufrido en silencio durante siglos esta tuertísima contradicción. Ese sufrimiento no resuelto constituye una de las causas más frecuentes de suicidio adolescente y en la edad adulta fuente de múltiples angustias y padecimientos.
La incomprensión de familiares cercanos, las burlas en los lugares educativos, la exclusión en los puestos de trabajo, estos mensajes televisivos que niegan el reconocimiento de la nueva identidad de género, entre otros múltiples problemas, siguen siendo habituales en nuestras sociedades.
Desde hace décadas el movimiento LGBT (colectivo de personas lesbianas, gays, bisexuales y trans, travestis – transexuales e intersexuales ) con distintas orientaciones e identidades de genero y en lo sexual, han derribado obstáculos y logrado su reconocimiento y la ampliación de sus derechos.
Consideramos improbable e inexcusable que un periodista bastamente formado pueda desconocer estos temas. Quizás constituya una estrategia para ampliar el alcance comunicacional. Sean cuales fueran las razones, lo cierto es que el periodista debe analizar la ley 26.743 y otras concordantes, retractarse y pedir disculpas de sus dichos agraviantes contra Florencia de la V y contra todo el colectivo LGBT.