| NO NOS OLVIDAMOS DE JOSÉ LUIS CABEZAS |
| En su homenaje, 25 de enero Día Nacional del Reportero Gráfico
(AW) La repercusión política fue tal que derivó en cambios en el gabinete del gobierno nacional y en la pérdida de las elecciones del gobernador Eduardo Duhalde, por entonces candidato presidencial del oficialismo.
Liliana Giambelluca
El 25 de enero de 1997, José Luis Cabezas fue llevado a una cava de General Madariaga, le dispararon dos veces en la sien y lo quemaron vivo. Sus brazos fueron llevados hacia la espalda y le esposaron las manos. Así lo encontró el baqueano José Guevara, a las 6.30 de la mañana en el paraje Los Manantiales, a unos 15 kilómetros de Pinamar.
Una hora y media antes del hallazgo, Cabezas, de 35 años de edad y padre de tres hijos, fue visto por última vez en la fiesta de cumpleaños del empresario telepostal Oscar Andreani.
El reportero gráfico cubría la temporada de verano en Pinamar para la revista "Noticias" y las coberturas las realizaba con el periodista Gabriel Michi, actual presidente del Foro por el Periodismo Argentino (FOPEA).
Su asesinato se vinculó a una venganza del empresario Alfredo Yabrán, pues José Luis había logrado lo que ningún otro reportero gráfico: sacarle una foto. La toma se realizó en el marco de una investigación por casos de corrupción.
También se habló de "un mensaje mafioso" de la policía provincial hacia la gestión de Eduardo Duhalde, por entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, quien declaró: "Me tiraron un cadáver".
Cuatro días más tarde del brutal asesinato, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) y los trabajadores de la revista Noticias, convocaron a una marcha en reclamo del esclarecimiento del crimen.
Bajo la consiga "Justicia para José Luis" y "Nunca bajaremos las cámaras", más de 2000 personas marcharon en silencio desde el lugar de trabajo del fotógrafo asesinado hasta Plaza de Mayo.
Los representantes de los gremios y un grupo de trabajadores se acercaron hasta la Casa de Gobierno con la esperanza de que el presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, los recibiera pero les informaron que no se encontraba.
Por entonces, con relación al crimen, el primer mandatario manifestó los siguientes comentarios en distintos medios de prensa:
"Son hechos que ocurren en todo el mundo".
"Deben entender que el periodismo es una profesión riesgosa".
"No se puede calificar de un hecho político".
En referencia a la frase "No se olviden de Cabezas", le dijo a un periodista: "Ustedes se van a olvidar primero".
Tiempo antes había dicho que los periodistas eran "forajidos" porque informaban hechos de corrupción que lo tocaban de cerca.
Gestos que fueron luz verde para agresiones y asesinatos a trabajadores de prensa: el entonces diputado Alberto Pierri (PJ) le dijo "Judío de mierda" al periodista Eduardo Feinmann. A Hernán López Echagüe lo tajearon en la cara en agosto de 1993, luego de publicar en Página/12 una serie de artículos sobre las mafias políticas en la Argentina. A los 15 días sufrió una golpiza a las puertas del Bingo Avellaneda. Mario Bonino, periodista y militante de la UTPBA, en noviembre de 1993 fue asesinado y su cuerpo tirado a las aguas del riachuelo. El crimen nunca fue esclarecido.
Los implicados en el asesinato de Cabezas eran integrantes de la banda "Los Horneros", formada por Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana. El 2 de febrero de 2000, en juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua, así como a Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo. La mayoría goza del beneficio de la prisión domiciliaria. Miguel Retana, enfermo de SIDA, murió en la cárcel.
Nadie olvidó a José Luis Cabezas, y en su homenaje, el 25 de enero se instituyó el Día Nacional del Reportero Gráfico, según Ley 24.876, sancionada el 10 de setiembre de 1997 y promulgada el 13 de octubre de 1997.
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