jueves, 3 de enero de 2013

Nota publicada por Transpanecia Internacional a propósito de la importancia que tiene en la lucha contra la corrupción proteger a los periodistas de investigación y a los ciudadanos denunciantes.


EL RIESGO DE DENUNCIAR

Compartimos con ustedes la siguiente nota publicada por Transpanecia Internacional a propósito de la importancia que tiene en la lucha contra la corrupción proteger a los periodistas de investigación y a los ciudadanos denunciantes.
Compartimos con ustedes la siguiente nota publicada por Transpanecia Internacional a propósito de la importancia que tiene en la lucha contra la corrupción proteger a los periodistas de investigación y a los ciudadanos denunciantes.
DE GANADOR DE PREMIOS INTERNACIONALES A HOMBRE EN FUGA: EL CORAJE DE UN PERIODISTA DE INVESTIGACIÓN
Un mes atrás, al aceptar el Premio ala Libertad de Prensa de 2012 del Comité para la Protecciónde Periodistas (CPJ), Mauri Köning dijo estar agradecido de estar vivo y libre a la vez que expresó su preocupación por sus colegas de China y Kirgistán.
Hoy en día, Köning y su familia se ocultan tras recibir amenazas de muerte por sus informes de corrupción en su tierra natal, Curitiba (Brasil).
Sus últimas notas sobre la corrupción en la policía parecen haber hecho enfurecer a más de un funcionario público. El diario para el que trabaja, Gazeta de Pova, recibió varias llamadas anónimas amenazando a Köning y a su familia. En una de éstas, la persona que llamó fue muy clara y explícita al decir que “la policía estaba buscándolo”. Köning investigó varios casos antes, incluyendo uno en el que la policía y los militares se vieron involucrados.
El ya estuvo cerca de la muerte al ser golpeado, según parece, por policías
Si bien no es la primera vez que recibe este tipo de amenazas Köning sabe que ningún periodista debe tomarlas como si nada, especialmente en Brasil.La CPJ dice que 10 periodistas fueron asesinados en este país solo en 2011 y 2012, en al menos 6 de ellos la causa del homicidio estaba directamente relacionada con su trabajo. Köning contactó ala CPJ después de las amenazas y ellos, con la colaboración de otros organismos brasileros y latinoamericanos que incluyen al Instituto de Prensa y Sociedad y ala Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, están ayudando a Köning y a su familia.
Esta historia dramática contrasta fuertemente con los desarrollos positivos que se han observado en Brasil en los últimos años. Estos incluyen la promoción y la efectiva implementación de reformas para mejorar la transparencia, como la ley de acceso a la información y la ley de Ficha Limpia que impide presentarse a elecciones a quienes tienen antecedentes penales. Por fin, la impunidad fue combatida y la Justicia procesó y condenó a poderosos empresarios y políticos en el llamado “juicio del siglo”, el Mensalão.
Cuando Köning aceptó su premio en noviembre, él hizo referencia a la necesidad de que el gobierno de Brasil haga de la protección de los periodistas una prioridad y recordó a la audiencia cómo su país trató inicialmente de bloquear una resolución de las Naciones Unidas que instaba a otorgar una protección mayor. Dijo:
Tenemos la esperanza de que la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que en tiempos de su activismo político fue encarcelada y torturada por luchar por la democracia y el derecho a la libertad de expresión, esté comprometida para adoptar este plan. No es para defendernos a nosotros, como algunos podrán pensar, si no para defender la libertad de expresión como uno de los pilares de la democracia. Este premio de la CPJ ayuda a que prestemos atención a un problema que pocos están dispuestos a admitir tanto en Brasil como en otros países.
Los periodistas juegan un papel muy importante en hacer que los líderes den cuenta de sus acciones y en hacer público los malos manejos que realizan. Y no están solos, los individuos son cada vez más conscientes de que ellos juegan una parte fundamental en la solución de los problemas de corrupción. Sin embargo, necesitan sentirse a salvo, necesitan sentirse capaces de denunciar sin miedo a represalias. Los ciudadanos pueden hacer la diferencia pero necesitan de un ambiente seguro que las autoridades deben proveer. Si Brasil continúa el camino de promover leyes y reformas estructurales continuando con su postura firme contra la impunidad, es necesario que garantice ya una mayor protección contra los periodistas y los ciudadanos que denuncian.
En 2012 Köning no pudo celebrar el fin de año por estar escapándose. Las autoridades Brasileñas deben prestar inmediata ayuda y colaboración en el asunto. Si aquellos que luchan contra la corrupción no están protegidos, todos sufrirán porque pocos tendrán el coraje que Mauri Köning mostró en su vida profesional y más corrupción quedará impune.
Compartimos con ustedes la siguiente nota publicada por Transpanecia Internacional a propósito de la importancia que tiene en la lucha contra la corrupción proteger a los periodistas de investigación y a los ciudadanos denunciantes.
Un mes atrás, al aceptar el Premio ala Libertad de Prensa de 2012 del Comité para la Protecciónde Periodistas (CPJ), Mauri Köning dijo estar agradecido de estar vivo y libre a la vez que expresó su preocupación por sus colegas de China y Kirgistán.
Hoy en día, Köning y su familia se ocultan tras recibir amenazas de muerte por sus informes de corrupción en su tierra natal, Curitiba (Brasil).
Sus últimas notas sobre la corrupción en la policía parecen haber hecho enfurecer a más de un funcionario público. El diario para el que trabaja,Gazeta de Pova, recibió varias llamadas anónimas amenazando a Köning y a su familia. En una de éstas, la persona que llamó fue muy clara y explícita al decir que “la policía estaba buscándolo”. Köning investigó varios casos antes, incluyendo uno en el que la policía y los militares se vieron involucrados.
El ya estuvo cerca de la muerte al ser golpeado, según parece, por policías
Si bien no es la primera vez que recibe este tipo de amenazas Köning sabe que ningún periodista debe tomarlas como si nada, especialmente en Brasil.La CPJ dice que 10 periodistas fueron asesinados en este país solo en 2011 y 2012, en al menos 6 de ellos la causa del homicidio estaba directamente relacionada con su trabajo. Köning contactó ala CPJ después de las amenazas y ellos, con la colaboración de otros organismos brasileros y latinoamericanos que incluyen al Instituto de Prensa y Sociedad y ala Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, están ayudando a Köning y a su familia.
Esta historia dramática contrasta fuertemente con los desarrollos positivos que se han observado en Brasil en los últimos años. Estos incluyen la promoción y la efectiva implementación de reformas para mejorar la transparencia, como la ley de acceso a la información y la ley de Ficha Limpia que impide presentarse a elecciones  a quienes tienen antecedentes penales. Por fin, la impunidad fue combatida y la Justicia procesó y condenó a poderosos empresarios y políticos en el llamado “juicio del siglo”, elMensalão.
Cuando Köning aceptó su premio en noviembre, él hizo referencia a la necesidad de que el  gobierno de Brasil haga de la protección de los periodistas una prioridad y recordó a la audiencia cómo su país trató inicialmente de bloquear una resolución de las Naciones Unidas que instaba a otorgar una protección mayor. Dijo:
Tenemos la esperanza de que la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que en tiempos de su activismo político fue encarcelada y torturada por luchar por la democracia y el derecho a la libertad de expresión, esté comprometida para adoptar este plan. No es para defendernos a nosotros, como algunos podrán pensar, si no para defender la libertad de expresión como uno de los pilares de la democracia. Este premio de la CPJ ayuda a que prestemos atención a un problema que pocos están dispuestos a admitir tanto en Brasil como en otros países.
Los periodistas juegan un papel muy importante en hacer que los líderes den cuenta de sus acciones y en hacer público los malos manejos que realizan.Y no están solos, los individuos son cada vez más conscientes de que ellos juegan una parte fundamental en la solución de los problemas de corrupción. Sin embargo, necesitan sentirse a salvo, necesitan sentirse capaces de denunciar sin miedo a represalias. Los ciudadanos pueden hacer la diferencia pero necesitan de un ambiente seguro que las autoridades deben proveer. Si Brasil continúa el camino de promover leyes y reformas estructurales continuando con su postura firme contra la impunidad, es necesario que garantice ya una mayor protección contra los periodistas y los ciudadanos que denuncian.
En 2012 Köning no pudo celebrar el fin de año por estar escapándose. Las autoridades Brasileñas deben prestar inmediata ayuda y colaboración en el asunto. Si aquellos que luchan contra la corrupción no están protegidos, todos sufrirán porque pocos tendrán el coraje que Mauri Köning mostró en su vida profesional y más corrupción quedará impune.
Un mes atrás, al aceptar el Premio ala Libertad de Prensa de 2012 del Comité para la Protecciónde Periodistas (CPJ), Mauri Köning dijo estar agradecido de estar vivo y libre a la vez que expresó su preocupación por sus colegas de China y Kirgistán.
Hoy en día, Köning y su familia se ocultan tras recibir amenazas de muerte por sus informes de corrupción en su tierra natal, Curitiba (Brasil).
Sus últimas notas sobre la corrupción en la policía parecen haber hecho enfurecer a más de un funcionario público. El diario para el que trabaja,Gazeta de Pova, recibió varias llamadas anónimas amenazando a Köning y a su familia. En una de éstas, la persona que llamó fue muy clara y explícita al decir que “la policía estaba buscándolo”. Köning investigó varios casos antes, incluyendo uno en el que la policía y los militares se vieron involucrados.
El ya estuvo cerca de la muerte al ser golpeado, según parece, por policías
Si bien no es la primera vez que recibe este tipo de amenazas Köning sabe que ningún periodista debe tomarlas como si nada, especialmente en Brasil.La CPJ dice que 10 periodistas fueron asesinados en este país solo en 2011 y 2012, en al menos 6 de ellos la causa del homicidio estaba directamente relacionada con su trabajo. Köning contactó ala CPJ después de las amenazas y ellos, con la colaboración de otros organismos brasileros y latinoamericanos que incluyen al Instituto de Prensa y Sociedad y ala Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, están ayudando a Köning y a su familia.
Esta historia dramática contrasta fuertemente con los desarrollos positivos que se han observado en Brasil en los últimos años. Estos incluyen la promoción y la efectiva implementación de reformas para mejorar la transparencia, como la ley de acceso a la información y la ley de Ficha Limpia que impide presentarse a elecciones  a quienes tienen antecedentes penales. Por fin, la impunidad fue combatida y la Justicia procesó y condenó a poderosos empresarios y políticos en el llamado “juicio del siglo”, elMensalão.
Cuando Köning aceptó su premio en noviembre, él hizo referencia a la necesidad de que el  gobierno de Brasil haga de la protección de los periodistas una prioridad y recordó a la audiencia cómo su país trató inicialmente de bloquear una resolución de las Naciones Unidas que instaba a otorgar una protección mayor. Dijo:
Tenemos la esperanza de que la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que en tiempos de su activismo político fue encarcelada y torturada por luchar por la democracia y el derecho a la libertad de expresión, esté comprometida para adoptar este plan. No es para defendernos a nosotros, como algunos podrán pensar, si no para defender la libertad de expresión como uno de los pilares de la democracia. Este premio de la CPJ ayuda a que prestemos atención a un problema que pocos están dispuestos a admitir tanto en Brasil como en otros países.
Los periodistas juegan un papel muy importante en hacer que los líderes den cuenta de sus acciones y en hacer público los malos manejos que realizan.Y no están solos, los individuos son cada vez más conscientes de que ellos juegan una parte fundamental en la solución de los problemas de corrupción. Sin embargo, necesitan sentirse a salvo, necesitan sentirse capaces de denunciar sin miedo a represalias. Los ciudadanos pueden hacer la diferencia pero necesitan de un ambiente seguro que las autoridades deben proveer. Si Brasil continúa el camino de promover leyes y reformas estructurales continuando con su postura firme contra la impunidad, es necesario que garantice ya una mayor protección contra los periodistas y los ciudadanos que denuncian.
En 2012 Köning no pudo celebrar el fin de año por estar escapándose. Las autoridades Brasileñas deben prestar inmediata ayuda y colaboración en el asunto. Si aquellos que luchan contra la corrupción no están protegidos, todos sufrirán porque pocos tendrán el coraje que Mauri Köning mostró en su vida profesional y más corrupción quedará impune.

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