domingo, 23 de marzo de 2014

Muchos medios de comunicación se auto-proclaman alternativos y dan una imagen rebelde a sus lectores, proclamando que realizan periodismo de investigación desde la honestidad.

 Pero lamentablemente el 90% no lo hace. De hecho, funcionan como herramientas del sistema para desinformar a las personas que no se conforman con Clarín o Pagina 12.

Es fácil identificar a estos agentes operadores sionistas por sus omisiones en Argentina.

1) No dan máxima prioridad a Monsanto y el peligro que esta corporación significa para la salud humana y el planeta. Estos medios auto proclamados alternativos operan en un país absolutamente cooptado por Monsanto donde el 99% de los alimentos son transgénicos con residuos de herbicidas, pero no informan al público sobre las consecuencias.

2) No dan máxima prioridad a la mafia de la industria farmacéutica.Incluyendo información real sobre la ineficacia y amenaza de las vacunas, las drogas psiquiátricas y otros medicamentos que se reparten al por mayor entre la población. Tampoco exponen la complicidad de las universidades y los médicos que salen de la UBA sin saber que es el VAERS.

3) Son ultra K o ultra anti K. Esto define a los medios de estupidización masiva que dividen a la sociedad mediante la imposición de banderas superficiales sin informar a la gente de los verdaderos problemas que sin lugar a dudas persistirán con un cambio de gobierno, dado que nadie tiene consciencia de los mismos.

Lo más importante para una persona es su familia y/o sus seres queridos. Lo más relevante para un ciudadano es su salud y bienestar. Cualquier medio que no informe sobre las amenazas corporativas sionistas para la salud o la familia es un amplio colaborador del crimen internacional, y no está interesado en educar.

¿Que carajo le importa a un padre quien es el presidente de la nación, si acaba de enterarse que su hija tendrá convulsiones de por vida gracias a una vacuna, o que su hermano tiene cáncer, o que su padre tuvo un derrame cerebral? Ha llegado a tal punto la degradación social, que los médicos y los colegios normalizaron la utilización de drogas psiquiátricas en niños, benzodiazepinas y peores, así como muchas instituciones de Salud normalizaron que todos los niños sean asmáticos y usen nebulizadores. ¿Esto ocurre por qué?

El periodismo mal entendido no libera a las personas, las encierra en la ignorancia.

Mariana Santarelli
BWN Argentina

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